En la Biblioteca de hoy, regresamos al libro Look, de Christian Madsbjerg.
El libro está basado en una práctica de sensemaking, o de observación del contexto social de un fenómeno para precipitar insights culturales.
Es una práctica que Madsbjerg derivó de Maurice Merleau-Ponty y su fenomenología experimental, una fusión entre la fenomenología de Husserl y la teoría de la Gestalt.
Se trata de observar cómo otros prestan atención al mundo, cómo observan y experimentan la realidad.
Una especie de atención de segundo orden.
¿Para qué serviría una práctica así a un CPSer?
Fundamentalmente para hacer diagnósticos más profundos, transformar observaciones en insights, y esos insights en mejores hipótesis.
Aquí no voy a analizar a fondo las ideas de Madsbjerg (eso ya lo estoy haciendo en los hilos de X). En cambio te propongo hacer un ejercicio práctico para que puedas experimentar directamente de qué va la reflexión aumentada.
Dedica una hora para observar un sitio que frecuentes a diario.
Él pone como ejemplo un café, pero podría ser el autobus, el tren, un chiringuito o una oficina.
A coffee shop is a complex place with rules, and even a moral code. What matters is not what you think is happening; the only goal is to record the activity in front of you.
Aunque estos sitios son un entramado complejo de códigos y prácticas, nosotros ya no vemos eso.
Vemos lo que pensamos.
Es decir, las opiniones que nos hemos formado al respecto de este sitio (de este fenómeno).
El objetivo de este ejercicio de observación es, pues, ir desmontando lo que pensamos que vemos.
Madsbjerg explica que este ejercicio de abandonar nuestras suposiciones y opiniones es tan fuerte que suele provocar náuseas en sus estudiantes.
En tu observación, haz lo siguiente:
Apunta lo que ves, oyes, hueles y tocas con todo detalle. Cuando detectes que se cuelan opiniones o cosas que tú sabes que deberían estar o ser de una manera, pero que no están ahí ni son así, las tachas enseguida.
Hazte preguntas: ¿Qué actividades específicas hace la gente cuando hace lo que hace? ¿Hay patrones en esas actividades? Por ejemplo, ¿cómo entran? ¿Cómo salen? ¿Cuánto tardan en hacerlo? ¿Se saludan? ¿Qué tono de voz usan para hablar? ¿Se miran unos a otros? ¿Hacia donde miran cuando están solos?
¿Qué pasa cuando esos patrones se interrumpen? ¿Qué anomalías adviertes en la situación? ¿Hay consecuencias cuando algina de estas reglas implícitas se violan? ¿Los demás se dan cuenta cuando una regla se ha roto?
Cuando haya pasado la hora de observación, repasa tu lista de observaciones. ¿Alguna de ellas contradice tus suposiciones habituales o alguna opinión que sostenías como verdad evidente? ¿Qué significa hacer esta actividad para las personas que participan de ella?
Finalmente, escoge un entorno que de verdad te importe, puede ser dentro de tu industria, tu círculo profesional o familiar, o un grupo de personas que te interesen especialmente, y dedica una sesión de observación para explorar este entorno social. Fliparás con la cantidad de nueva información, perspectivas e ideas que puedes extraer de este simple ejercicio.
Si adoptas la práctica de reflexión aumentada con disciplina, es increíble la calidad de señal que encontrarás en el “ruido de fondo” de nuestra vida cotidiana.
Es una pasada cuando aprendes a prestar atención de esta manera y, en vez de andar por el mundo en piloto automático como el resto de la gente, vas recogiendo insights de todos los entornos en los que te mueves.
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El próximo domingo más recomendaciones.
Y recuerda: "La mente no es un recipiente a llenar sino un fuego a encender"
-Álvaro